Algunas observaciones tras la abultada derrota de los Patriots ante los Chargers por 40-7

Un susto que solo quedó en eso

Jugando su primera marcha ofensiva, en una situación de 3 y 4, Drake Maye corre hacia su banda derecha en busca del "primer down" pero en el intento sufrió un golpe en la cabeza que lo envió, primero a la carpa médica y luego al vestidor. Casi inmediatamente el equipo anuncia que su regreso está en duda, teniendo que confiar en Jacoby Brissett durante la siguiente marcha ofensiva, la cual solo duró 3 jugadas antes de que la ofensiva abandone el emparrillado.

Afortunadamente, Maye regresó en la siguiente serie para retomar control de su ofensiva en la siguiente marcha, disipando preocupaciones sobre una lesión seria.

Al final no fue un buen día de Maye que terminó completando solo 12 de 22 pases para 117 yardas y 1 TD.

Secundaria de quinta

A lo largo del partido el QB de los Chargers, Justin Herbert, hizo de las suyas con la secundaria de New England. El talentoso QB no tuvo problemas para encontrar libre de marcación a sus receptores, completando 26 de 38 yardas para 281 yardas y 3 TDs. El novato Ladd McConkey fue una de sus mejores armas aéreas al atrapar 8 de 10 balones para 94 yardas y 2 TDs.

La secundaria de los Patriots inerte ante el ataque aéreo de Herbert, se vio aún más debilitada cuando a inicios del segundo cuarto, su mejor jugador defensivo, el CB Christian González, sufre una conmoción cerebral que lo dejó fuera del partido.

Vale mencionar que los Chargers anotaron en 5 de sus 6 marchas de la primera mitad, lo que claramente refleja lo vulnerable que estuvo la defensa de los Patriots.

Presión que no existió

No solo la secundaria fue responsable por el abultado marcador en contra, también hubo responsabilidad en la caja de 7, particularmente de los hombres que debían ejercer presión al QB de Los Angeles. Más allá de un par de presiones por parte de Keion White, Herbert estuvo muy cómodo trabajando desde su bolsillo de protección, sin prácticamente sentir incomodidad alguna a lo largo del partido, acabando con cero capturas y solo 4 golpes. Un QB talentoso como Herbert, con tiempo para lanzar, solo causará estragos en el rival.

Continuidad en riesgo

Se cree que estas últimas fechas son cruciales para decidir el destino de los entrenadores. Para Mayo y sus coordinadores, un par de buenas actuaciones habrían fortalecido su caso para permanecer en el equipo. Sin embargo, tras esta actuación es mucho más difícil justificar la continuidad de varios de ellos.

El coordinador ofensivo Alex Van Pelt hizo poco o nada para justificar su permanencia, lo mismo podemos decir del coordinador defensivo DeMarcus Covington que presentó una defensa incapaz de competir frente al ataque de los Chargers.

Y Jerod Mayo, solo basta escuchar la tribuna que coreaba "Fire Mayo, Fire Mayo" (¡Despidan a Mayo!) para interpretar lo que siente la afición de Nueva Inglaterra.

¿Hacia dónde vamos?

Con seis derrotas consecutivas y con un récord de 3-13, es poco o nada lo que se puede esperar de los Patriots en la última fecha de esta desastrosa temporada.

Una abultada derrota por 30- 7 obliga a hacer cambios, los cuales pueden darse en cualquier momento.

Por supuesto, esta es una opinión muy personal.