Aunque sabemos que Rob Gronkowski es el tight end No 1 del equipo, habrá que ver si Dwayne Allen se consolida como el No 2 y logra replicar –sino mejorar- lo hecho por Martellus Bennett en el 2016. Más allá de ello no hay nada escrito en piedra por lo que se asegura una dura competencia por hacerse de esa tercera plaza.
La lucha por ese espacio deberá estar entre Matt Lengel, James O'Shaughnessy y el novato Jacob Hollister.
Lengel tiene la ventaja de conocer mejor el sistema, incluso durante la pasada temporada, logró contribuir con un TD tras un pase de Brady durante el juego frente a los Jets de la semana 16. A pesar de mostrar aptitud con sus manos para receptar, Lengel sería primordialmente un TE de bloqueo.
Hollister promete, es versátil y cuenta con la confianza puesta por los Patriots al darle un contrato de $90,000 garantizados, nada mal para un novato 'undrafted'. El novato jugador cuenta con buenas manos para la recepción pero su talento como bloqueador necesita mejorar. Un jugador que de no formar la lista final de 53, sería un gran prospecto para tener en el escuadrón de práctica.
O'Shaughnessy es considerado un jugador más completo que también cuenta con algo de experiencia tras su paso por Kansas City. El TE ha estado en la mira de los Patriots desde antes que llegara a la NFL a través del draft 2015, según manifestó el propio Belichick. Para muchos, O'Shaughnessy es el favorito para acompañar a Gronkowski y Allen.
Finalmente
De no convencer ninguno de estos 3 alas cerradas, se podría pensar que los Patriots se arriesgarían a empezar con solo Gronkowski y Allen en su roster de 53, y buscar la colaboración de OL Cameron Fleming y FB James Develin en el bloqueo. Una propuesta arriesgada si consideramos la 'fragilidad' de Gronk y de Allen (ambos con un historial de lesiones).