Una ofensiva con problemas para proteger a Tom Brady y una defensa incapaz de ponerle freno al juego movedizo de Marcus Mariota, resumen lo que ocurrió esta tarde durante la sorpresiva y abultada derrota de 10-34 que sufrieron los Patriots ante los Titans.

Tom Brady solo completó 21 de 41 para 254 yardas en un partido donde en todo momento sintió la presión de la defensa de Tennessee. La línea ofensiva de New England no pudo brindarle la comodidad a su QB, permitiendo que la defensa de los Titans lo capturaran en 3 ocasiones, además de propinarle 6 golpes al veterano QB.

Edelman (quien abandonó el campo en los minutos finales tras lesionarse el tobillo) fue su WR más efectivo con 9 recepciones para 104 yardas.

Otra manera de ver lo deficiente que estuvo el ataque es resaltando en números de despejes que Ryan Allen tuvo que ejecutar (6).

Vale mencionar que, aunque hizo el viaje, el TE Rob Gronkowski no fue activado para el partido, privando a su ofensiva de su calidad como receptor, así como de su talento para el bloqueo.

El juego terrestre de New England vio el regreso de su RB Sony Michel, quien aún lejos de su mejor forma, contribuyó de manera limitada en un partido donde – al estar en todo momento en desventaja- los Patriots se concentraron en realizar su juego aéreo. Mitchell terminó con 11 acarreos para 31 yardas en un juego donde el ataque terrestre solo sumó 40 yardas en total.

Defensivamente las cosas no marcharon nada mejor. El equipo entrenado por el ex Patriot Mike Vrabel sorprendió con un ataque basado en el juego aéreo de Marcus Mariota (16 de 24 para 228 yardas, 2TDs y 2 capturas), la defensa de los Patriots nunca descifró la ofensiva contraria que con jugadas fuera del bolsillo y con lanzamientos precisos, siempre estuvo adelante en el marcador.

Los Titans complementaron su efectivo ataque aéreo con una buena dosis de sus corredores Derrick Henry (11 acarreos, 58 yardas, 2 TD), Dion Lewis (20 acarreos, 57 yardas). Este ataque por tierra sumó un total de 150 yardas

 Los Patriots (7-3) ahora entran a su semana de descanso ('semana bye') antes de volver a los campos para enfrentarse de visita a los Jets de New York (noviembre 25).