¡Qué aburrido!
Asistir a una conferencia de prensa aquí en el Gillette no es muy placentero que digamos, no es mucho lo que se obtiene de ellas.
Los medios expresan su frustración por la poca o nada información que se entrega en estas charlas, particularmente cuando Belichick sube al pódium. Los periodistas frustrados por lo intrascendente de estas pláticas, suelen decir que las conferencias son como 'ver pintura secarse' o 'ver el césped crecer'.
Pero no solo es Belichick. Al igual que sus entrenadores, los jugadores son muy cautos a la hora de dar sus opiniones, expresando lo justo y necesario, intentando no dar ningún motivo a los rivales de contar con "material de boletín", algo que incentivaría a los oponentes, alentando la polémica y los dimes y diretes.
Frases como "nuestro rival es un gran equipo", "este será el partido más difícil de lo que va de la temporada" "el record de nuestro rival es malo, pero los videos nos muestran su gran peligrosidad", "tenemos las manos llenas", "tenemos que tener una buena semana de preparación" o "pregúntale a Belichick" son frases que se repiten cada semana.
¿Por qué no te callas?
Una de las pocas veces que se rompió esta discreción, y quizás la más pintoresca, fue en el 2011 cuando el receptor de los Pats, Wes Welker, se refirió indirectamente al fetichismo de pies que el entonces entrenador de los Jets, Rex Ryan, había confesado tener.
Durante una de sus conferencia Welker mencionó 11 veces la palabra pie (o relacionadas al pie).
Al siguiente partido Belichick suspendió al entonces titular receptor, no dejándolo jugar con su ofensiva hasta la segunda serie de aquel partido. Luego (nos podemos imaginar que por orden de Belichick) el WR pidió disculpas públicas a Ryan por su comentario.
Diferenciando la amistad del trabajo
Hay jugadores con quienes uno crea una relación más cercana, con ellos se puede hablar de temas no solamente relacionados al football e intercambiar bromas, sonrisas, etc.
Sin embargo, cuando se enciende la grabadora, se enciende un interruptor en sus cabezas y la plática amena deja de serlo y se hace formal y poco informativa.
En ocasiones entre broma y en serio, les digo a los jugadores, "dame un poco más de información para mi historia", ellos sonríen y se mantienen en su molde, no arriesgando con sus opiniones.
Recuerdo que en una ocasión, una vez que apagué mi grabadora le dije a uno de los jugadores: "Tú respondes como Belichick", el jugador me dice: "Lo siento Martin, tú sabes…".
EL resultado es lo que cuenta
Hay 2 cosas que podemos reconocer: 1: Belichick y sus equipos son muy aburridos a la hora de platicar con la prensa. 2: Entrenadores como Rex Ryan y sus equipos son mucho más entretenidos con los medios.
Pero, como entrenador en jefe: ¿Cuántos anillos ha logrado Belichick con la boca cerrada? ¿Cuántos Rex Ryan con su boca bien abierta?