Tras el pedido de Brady –a través de la Unión de Jugadores– a la NFL de elegir una persona imparcial que investigue y revise su caso, la NFL nombró a su más alta autoridad, el Comisionado Roger Goodell para que esté a cargo de revisar el caso del jugador.
"El Comisionado Goodell estará a cargo de revisar la apelación de la suspensión de Tom Brady", dijo un vocero de la NFL la noche de ayer.
Una noticia que aunque no sorpresiva es hasta cierto punto contraproducente.
Cierto que Goodell no fue quien impuso el castigo directamente, esta responsabilidad la delegó a su Vicepresidente Ejecutivo Troy Vincent, pero su posición como número uno de la NFL no lo haría una persona del todo imparcial al revisar el caso de Brady.
Recordemos que Brady en su comunicado expresaba su deseo de que la NFL asigne una persona ajena a ambos bandos para dirigir la apelación:
"Si Ted Wells y la NFL creen, tal como sus comentarios públicos lo afirman, que la evidencia de su informe es "directa" e "inculpatoria", entonces deberán ser lo suficientemente confiados de presentar su caso ante alguien que sea verdaderamente independiente".
Esta decisión de la NFL simplemente abre la posibilidad para Brady –en caso de no ser exonerado de las 4 semanas de castigo y de no recibir una disculpa por parte de la NFL– de llevar su caso a una corte federal, algo que seguramente la NFL quisiera evitar a toda costa.