Cuando los Patriots atacan
Antes que nada, este domingo es necesario brindar una mejor protección a Tom Brady quien el pasado domingo no tuvo mucha libertad de acción ante la incesante presión aplicada por los pass rushers de Green Bay. Esta vez la línea ofensiva de New England tendrá una tarea menos difícil para lograr este cometido si consideramos que los Chargers no son un equipo con un juego de pass rushing de élite (29avo en la liga con 18 sacks). Su dos mejores rushers son el DE Corey Liuget (3.5 sacks y 15 presiones) y el veterano LB Dwight Freeney (2 sacks, 14 presiones). El DE Kandall Reyes también gusta de ir en busca del QB (10 presiones) así como el talentoso safety Eric Weddle.
Como es usual, Brady tendrá a su disposición a su trio de armas aéreas Rob Gronkowski (65 rec, 9 TD), Julian Edelman (el líder del grupo en recepciones con 77 y 2 TD) y el efectivo Brandon LaFell (53 rec, 7 TD), este último seguramente estará cubierto por el mejor esquinero del equipo rival, Brandon Flowers.
En la defensa contra el ataque terrestre los Chargers son un equipo promedio (110.2 yd/juego, puesto 15). Los DE Corey Liuget , Tenny Palepoi y el versátil S Eric Weddle son los jugadores de la defensa más efectivos contra la carrera.
Contrario al juego de la semana anterior, esta vez Belichick deberá imponer un juego terrestre agresivo con sus dos caballos de batalla, LeGarrette Blount y Jonas Gray. De ser estos RBs efectivos, New England no solo hará más creíble la jugada de pase con engaño, también controlará el ritmo del partido y el reloj.
Cuando los Patriots defienden
Los Chargers vienen de lograr una impresionante victoria jugando de visita frente a los Ravens. La calidad de su QB Philip Rivers no está en duda, y aunque en ocasiones exhibe un juego errático, su capacidad para conectar con un variado grupo de armas aéreas lo hace bastante peligroso.
Rivers cuenta con tres talentosos receptores: Keenan Allen (quien deberá ser controlado por el CB Darrelle Revis, el acrobático Malcolm Floyd (quien tendrá a Brandon Browner como su sombra) y Eddie Royal (cubierto por Logan Ryan, Alonzo Dennard o Kyle Arrington). Pero este no es todo el potencial aéreo con que cuenta Rivers, el excelente e inacabable ala cerrada Antonio Gates será sin duda una de las armas más usadas por el QB y uno de los mayores dolores de cabeza para la defensa de New England. Gates, de 34 años, deberá ser cubierto por el LB Jamie Collins y el safety Patrick Chung. La posibilidad de ver en ocasiones al CB Browner sobre Gates no se puede descartar, todo dependerá de las combinaciones ofensivas que pongan los Chargers en el campo de juego.
Los Patriots también intentarán enviar a sus pass rushers para incomodar a Rivers, contrario a la semana anterior, esta vez el pass rushing deberá ser más efectivo si consideramos lo poca tendencia de Rivers para salir de su bolsa de protección y lo vulnerable que ha sido a las capturas (24). No sería extraño ver una constante y agresiva presión por parte de la línea defensiva de New England y de sus linebackers. Se espera el regreso del DE/LB Chandler Jones, de concretarse su vuelta al equipo, esto sin duda acrecentaría las posibilidades de éxito para la defensa de New England.
El éxito del juego ofensivo de Rivers dependerá de lo que pueda lograr el RB Ryan Mathews quien de imponerse por el piso, hará pensar 2 veces a los rushers de New England antes de aventurarse en ir a la caza del QB, además conseguirá mantener por más tiempo a la ofensiva de Brady a un lado del campo. Mathews regresó recién hace tres fechas después de una ausencia de 7 semanas debido a una lesión a la rodilla y muchos aún dudan de su durabilidad. El novato RB Branden Oliver es una segunda opción para el juego terrestre de los Chargers pero lo más probable es que Mathews sea el corredor de mayor uso. De no lograr imponer su juego de carrera, la ofensiva de los Chargers se hará unidimensional y predecible.
Conclusión
Un partido difícil y de gran importancia para New England, la competencia por lograr el primer lugar de la conferencia está bastante cerrada y una derrota en San Diego haría seriamente peligrar el deseo de los Patriots de jugar en casa a lo largo de los playoffs.
Las estadísticas lo dicen, el equipo de Belichick rara vez pierde 2 juegos consecutivos (última vez, semana 2-3 en el 2012) por lo que con una semana cómoda de preparación en San Diego, la posibilidad de que Belichick ponga un gran plan de juego está garantizado. De cualquier manera se necesitará de un juego bastante disciplinado, con el mínimo de errores cometidos y con una efectividad en todas las líneas ya que los dueños de casa no venderán barata su derrota.
Se hace necesario un triunfo para el equipo de Brady, de esta manera se iniciará el último tramo de la temporada regular con el mejor de los ánimos. Después de una derrota que estuvo muy cerca de ser una victoria, los Patriots tienen el ánimo y el deseo de encausar su racha ganadora, y este domingo tendrán su oportunidad.