Tras lo observado durante las últimas 2 semanas de playoffs, está claro que los Patriots tienen mucho por mejorar para codearse con los equipos élites de la liga, particularmente de la AFC, una conferencia donde, por lo visto en estos partidos, está llena de equipos competitivos, liderados por jóvenes talentos que hacen la competencia más entretenida pero a la vez más reñida para nuestro equipo durante los próximos años.
Veamos cuáles son los refuerzos que consideramos, serán necesarios para intentar mantenernos competitivos:
Receptor de impacto
Seamos sinceros, nos gusta lo hecho por Jakobi Meyers, el principal receptor y líder en recepciones del equipo (83 recepciones, 866 yardas), pero no podemos considerarlo un receptor #1. Meyers no es ese receptor capaz de realizar jugadas explosivas en momentos cruciales de un partido, uno que inquiete e imponga temor y respeto en las defensivas rivales. Lo mismo ocurre con Kendrick Bourne, otro buen receptor cumplidor que tampoco quita el sueño a nuestros oponentes.
Si no es por medio de la agencia libre o a través de un trade, Belichick y su grupo de scouts deberán estar muy atentos a los receptores que estarán disponibles en este próximo draft. Felizmente para nuestros intereses, esta promoción 2022 traerá un variado y muy talentoso grupo de receptores desde donde elegir. Jameson Williams, Garrett Wilson, Drake London son algunos de los nombres disponibles que podrían estar al alcance de nuestro equipo, jugadores con el potencial de llegar y tener impacto inmediato. Apostar por un receptor de primer nivel deberá ser una prioridad en esta temporada baja.
Liniero ofensivo/lienbacker
Mas allá del gran trabajo realizado por el novato Christian Barmore y el linebacker Matthew Judon, el front-7 de New England careció de agresividad y velocidad a la hora de ejercer presión al QB, una aptitud necesaria en esta época de QBs que usan sus piernas para correr, tanto como sus brazos para lanzar. Ejercer presión es una necesidad y no un lujo, lo mismo que la velocidad para llegar a incomodar a los QBs modernos, razón por la que se deberá apostar por linieros agresivos y linebackers veloces y versatiles.
Esquineros
La permanencia de J.C. Jackson no está asegurada ya que el jugador tiene la posibilidad de 'probar las aguas' de la agencia libre y marcharse con el mejor postor, al menos que los Patriots logren retenerlo con un extenso y millonario contrato, o que le impongan la etiqueta de jugador franquicia, lo que equivale a un desembolso de unos 17 millones por un año de servicio. De cualquier manera, con o sin el regreso de Jackson, los Patriots –por lo visto a finales de la temporada, cuando Jalen Mills se ausentó del juego de wild card– carecen de profundidad en la posición. De no regresar Jackson, el equipo necesitará uno o dos esquineros que puedan desarrollarse como titulares. También se espera el regreso del CB de ranura, Jonathan Jones, quien como recordamos, se lesionó el hombro durante el juego de la semana seis frente a los Cowboys, lesión que puso fin a su temporada. Su regreso le dará solidez a esta importante zona de la defensa.
Tackle ofensivo
Lo hecho por el tackle izquierdo, Isaiah Wynn a lo largo de la temporada dejó mucho que desear; por momentos, su irregularidad se convirtió en un peligro para la integridad física de Mac Jones, y aunque Wynn está bajo contrato esta temporada, no seria mala idea ir pensando en otra opción para cubrir tan importante posición. Otro problema por solucionar en la situación del tackle derecho Trent Brown, quien se convierte en agente libre y su regreso no está asegurado. Sin duda 2 posiciones de suma importancia que requerirán atención durante esta temporada baja.