Tras protagonizar un reñido encuentro de ida y vuelta, los Patriots terminaron la tarde de ayer siendo derrotados 35-29 por los Cowboys de Dallas. Esta fue la cuarta derrota de la temporada (todas en casa) para el equipo de Bill Belichick. Veamos lo más resaltante (positivo y negativo) que observamos durante este encuentro.
Lo de Mac Jones ya es recurrente
Mac Jones sigue mostrando la dureza, fortaleza y destreza necesaria para afrontar esta clase de compromisos. Quizás el mejor ejemplo de esto lo vimos en los minutos finales cuando, después de lanzar un pick 6, a solo 2:36 del final, regresa para revertir la situación y anotar un TD con un bombazo de 75 yardas a Kendrick Bourne, poniendo a su equipo adelante y en posición de triunfo. Dotes de líder y de QB parecen sobrarle a Jones quien terminó su actuación completando 15 de 21 pases para 229 yardas y 1 INT.
Un juego de carrera cumplidor y seguro
Después de cometer su segundo fumble de la temporada la fecha anterior, Damien Harris estuvo seguro y eficiente. Corrió en 18 ocasiones y sumó 101 yardas y 1 TD. Al igual que Harris, el novato Rhamondre Stevenson se mostró seguro de manos y contribuyó con 5 corridas para 23 yardas y 1 TD; además de 3 recepciones para 39 yardas. Sin duda que un juego donde, a pesar del resultado adverso, los corredores recuperaron la confianza y efectividad que se esperaba de ellos.
Una OL que no levanta cabeza
La debilidad para jugar efectivamente por el aire tiene en la línea ofensiva a su mayor responsable. Yodny Cajuste tuvo un juego para el olvido, incapaz de controlar al DE de Dallas, Randy Gregory. Cajuste terminó siendo reemplazado por Mike Onwenu durante el segundo cuarto, tras esa captura del pass rusher que casi parte en dos a Mac Jones y que devolvió el balón a Dallas..
Tras estar ausente en 2 juegos, debido a cumplir protocolos de COVID, Isaiah Wynn ingresó al partido para reemplazar a un incierto tackle izquierdo Justin Herron, pero poco después Herron retomó su lugar debido a lo mal que lo estaba haciendo Wynn. En general, una situación lamentable para esta línea que no brinda la protección suficiente a su QB.
Una presión a Prescott inexistente que tuvo sus consecuencias
La inhabilidad de los pass rushers de los Pats para capturar o por lo menos inquietar a Dak Prescott es la madre del cordero; ciertamente que el equipo no invirtió mucho capital en ese proyecto, limitándose a presionar a Prescott con solo 3 o 4 pass rushers y llenando la parte trasera del campo con DBs y LBs. Al final esto no fue suficiente ya que el QB visitante se las arregló para extender las jugadas y encontrar a sus talentosos receptores. Un complicado trabajo para la secundaria, que -como suele suceder- no puede realizar efectivas coberturas cuando el QB tiene todo el tiempo del mundo para encontrar a su hombre. Al final Dallas mantuvo control de balón y del reloj (39:17), logrando mantener a la defensa de New England cansada en el campo.
Prescott finalizó su noche sin ser capturado y recibiendo solo 4 golpes; completando 36 de 51 pases para 445 yardas y 3 TDs.
¿Podemos competir?
Cierto es que nuestras victorias han venido frente a equipos de poco calibre como los Jets y Texans, pero también es cierto que ante equipos como los Buccaneers y los Cowboys, hemos podido ser competitivos y relevantes hasta los segundos finales. ¿Será simplemente, como dice Belichick, que esos equipos solo nos ganaron porque ellos hicieron una jugada más que nosotros? o ¿Será que no contamos con suficiente capacidad y talento para ser nosotros los que hagamos "una jugada más" que el rival? Por el momento parece que la verdad yace a mitad de camino entre estas dos interrogantes.
