Tras una mediocre actuación, además de una costosa decisión, los Patriots vuelven a casa tras caer en tiempo extra 26-20 frente a los Jets de New York.
Un partido que más allá de una débil actuación durante gran parte del juego, tuvo a los Patriots a puertas de llevarse el triunfo en tiempo extra, pero que, tras ganar la moneda al aire y decidir patear y no recibir el balón, los Jets hicieron buen uso de esta oportunidad (cortesía de los Patriots) para mover las cadenas y acabar anotando 6 puntos que puso fin a las esperanzas de ganar la conferencia esta tarde.
Una decisión confusa que parecía una equivocación por parte del capitán Slater (el encargado de decirle al arbitro acerca de la decision de patear) pero que resultó siendo una decisión premeditada tal como lo explicó el mismo Belichick:
"Pensé que era lo mejor por hacer…No hubo ninguna confusión", dijo el coach en su conferencia.
Palabras del entrenador confirmadas después por el propio Slater desde el vestuario:
"Antes de lanzar la moneda al aire el entrenador nos dijo que si ganábamos elijamos patear. Tú como jugador preguntas 2 y 3 veces para asegurarte que entendiste bien. Ganamos la moneda al aire y elegimos patear, tal como nos instruyó el entrenador"
El desarrollo del juego
El juego se desarrolló con mucha dificultad, con una ofensiva con problemas para mover el balón y con un Tom Brady jugando bajo constante presión a pesar de solo ser víctima de 2 capturas.
El QB de NE terminó su actuación completando 22 de 31 pases para 231 yardas, 1 TD y 1 INT
Para colmo de males, la línea ofensiva de los Pats sufrió la perdida de su tackle izquierdo Sebastian Vollmer (pierna izquierda) y luego de su reemplazante, LaAdrian Waddle (hombro), este fue reemplazado por el OL Cameron Fleming.
Ofensivamente se pudo notar la ausencia, no solo de Julian Edelman, sino del WR Danny Amendola quien tampoco hizo este viaje (rodilla). Un debilitado juego aéreo que prácticamente solo tuvo al ala cerrada Gronkowski (4 de 6 para 86 yd.) y al WR Keshawn Martin (7 de 11 para 68 yd.) como armas de cuidado.
Una ofensiva que mostró su falta de confianza en si misma cuando al final de la primera mitad, desde su propia yarda 29, con 1:53 en el reloj y con 2 time-outs, Brady decide dejar correr el reloj e irse a los vestuarios con un déficit de 7 puntos (3-10).
EL juego de carrera de los Pats, aunque variado, no pudo imponerse a lo largo del partido. Brandon Bolden lideró el grupo de 7 corredores con un total de 30 yardas en 9 intentos.
El recién incorporado RB Steven Jackson solo pudo sumar 15 yardas en 7 corridas.
El juego por tierra del equipo de Belichick acabó con un total de 63 yardas en 22 acarreos.
Defensivamente el equipo ya venía debilitado tras la ausencia de los safeties Patrick Chung y Devin McCourty, estos fueron reemplazados por Duron Harmon y el novato Jordan Richards.
En las esquinas tanto Malcolm Butler como Logan Ryan tuvieron dificultades para frenar en momentos claves al WR Eric Decker (3 rec, 47 1 TD) y Brandon Marshall (8 rec, 115 yd, 2 TD).
El CB de los Pats, Justin Coleman, fue otro quien dijo adiós al partido antes de tiempo tras salir con una lesión en la cabeza en la segunda mitad.
El juego de pass rushing no tuvo mayor éxito con excepción de un fumble logrado por el DE Jabaal Sheard quien tras golpear el brazo del QB de los Jets, logra que el LB Jamie Collins terminara con el balón en la zona de anotación. Una jugada en el tercer cuarto que acortó el déficit a solo 4 puntos (13-17) y que prácticamente dio inicio a la recuperación de los Patriots.
Los Jets no solo lograron éxito por el aire, también tuvieron éxito en el juego por tierra que no pudo ser controlado con acierto por New England; Bilal Powell (7 corridas, 56 yd), Chris Ivory (11, 38 yd) y un viejo conocido, Stevan Ridley (7, 36 yd) contribuyeron para darle efectividad y tranquilidad al juego ofensivo del QB Ryan Fitzpatrick (26 de 41, 296 yd, 3 TD).
Conclusión
A pesar de la pálida actuación de New England este juego estaba al alcance del equipo, sin embargo una decisión que dará mucho que hablar, terminó por negar cualquier esperanza de alzarse con la victoria.
Cierto que nada estaba garantizado, nada nos dice que los Patriots iban a ganar si elegían – al comienzo del tiempo extra– recibir el balón y no patearlo.
Pero ya no es hora de lamentaciones, es hora de reagruparse y de hacer lo mejor con el personal disponible este próximo domingo.
Ya no hay tiempo ni excusas que valgan, no hay tiempo para más, solo resta ganar ya que la temporada no espera.